El USB-C difiere en forma y tamaño de su predecesor.
El heredero más
reciente del conector USB, el tipo C o USB-C, llegó para simplificar la vida de
los usuarios.
Así lo prometió su
diseñador, Group Promoter, integrado por representantes de grandes grupos de la
industria, como Intel, Hewlett-Packlard, Microsoft, Renesas Electronics,
ST-Ericsson y Texas Instruments, en 2013.
Sus opciones de
conectividad serían mucho más versátiles y potentes, dijo.
Hoy el puerto tiene
el apoyo de gigantes tecnológicos como Apple, Google o Microsoft.
La compañía de la
manzana lo ha incluido en su computadora portátil McBook y Google en su
Chromebook Pixel, por ejemplo. También lo incorporó el Nokia 1.
Asimismo, ya han
salido al mercado los primeros teléfonos inteligentes con USB-C, entre ellos
tres modelos de la compañía china LeTV. Y OnePlus anunció que su nuevo terminal
lo traerá de serie.
¿Pero cuáles son las
ventajas que hacen que cada vez más compañías apuesten por esta opción?
Es reversible
El aspecto del nuevo
cable es distinto a los actuales USB y Micro-USB.
En cuanto al tamaño
es similar al segundo, pero su forma es diferente. Y eso se debe a su
característica principal: la reversibilidad.
Así, no hay una sola
forma de conectar los cables al puerto USB-C de los dispositivos.
Y con eso los
usuarios ganarán en comodidad y rapidez. Podrán hasta colocarlo con los ojos
cerrados.
Transmite diversas
señales
La última generación
de USB permite transmitir diversos tipos de señal con el mismo conector: datos,
audio, video y energía.
Por lo tanto, con un
solo cable se podrá cargar el portátil y conectarlo a dispositivos USB
convencionales o salidas de video HDMI y D-SUb.
Así, McBook ya se ha
desecho del resto de puertos, a excepción de un conector de 3,5 milímetros para
auriculares.
Y si el estándar se
generaliza, los usuarios podrán dejar muchos cables en casa.
Recarga de forma
simultánea
El USB-C soporta una
potencia máxima de 100 vatios, suficiente para cargar computadoras portátiles
pero también varios dispositivos a la vez.
Así, si se
universaliza, se podrá compartir. Cada modelo de computadora no tendrá un
cargador específico.
Y otra de las
novedades es que la dirección en la que se transmite la energía no es fija.
Esto es, el smartphone podrá cargar una laptop, o un portátil podrá cargar un
celular sin cambiar la dirección del cable.
Comparte archivos más
rápido
La velocidad de
transmisión de datos de la última generación del USB será mayor, el doble de la
actual: 10 gigabits.
Así que si más
fabricantes la adoptan, esto será será clave para ahorra la batería de los
smartphones. Las transmisiones serán más rápidas y, por lo tanto, consumirán
menos energía.
Sin embargo, aunque grandes
compañías tecnológicas hayan apostado ya por este conector, aún no está
generalizado.
Esto augura un
periodo de transición lleno de adaptadores.
Aunque, de acuerdo los
expertos, el futuro de la conexión está escrito: es el USB-C.
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