¿Te has parado a pensar alguna vez por
qué la carcasa de tu PC de sobremesa abulta tanto, y sin embargo los chips
apenan llenan el 10% de su interior?
La realidad es que la mayoría del
espacio interno de un ordenador se utiliza para las labores de enfriamiento y
disipación del calor. Es el principal muro al que se enfrentan los fabricantes
de chips.
La mayoria de los métodos de
disipación del calor actuales funcionan mediante el contacto. El aire, el agua,
el disipador del ventilador rozan el chip, y lo enfrían. Pero los procesadores
y los transistores son cada vez más pequeños y más potentes, así que generan
más calor en menos espacio. Ofrecen una menor superficie de contacto, y por
tanto son más difíciles de refrigerar.
Las CPUs y GPUs más modernas emplean
un diseño en 3D: varias capas de transistores se sitúan unas encima de otras,
lo que permite aumentar la potencia sin aumentar el tamaño del chip dentro de
la placa base (aunque sí aumenta en altura)
Pero ésto
dificulta aún más la refrigeración, porque sólo la capa superior estará en
contacto con el sistema de enfriado, no así las capas internas.
¿Cómo aumentar la potencia de los chips resolviendo al mismo
tiempo el problema de la refrigeración? El laboratorio IBM Research
de Zurich está
experimentando con un chip 5D
alimentado con sangre electrónica, inspirado en los
mamíferos.
Los seres vivos de sangre caliente utilizamos dicha sangre para
dos tareas complementamente diferentes: proporcionarnos energía, y refrigerar
nuestro cuerpo.
IBM trabaja
con un fluido electroquímico que ha bautizado con el nombre de sangre electrónica porque no es sangre real, pero se
inspira en ella para administrar
energía al procesador y refrescarlo al mismo tiempo. El término 5D hace
referencia a las cinco escalas utilizadas. Un chip de diseño 3D basado en capas
superpuestas que incorpora dos nuevos parámetros: el procesado de energía y la
refrigeración.
Esta sangre electrónica
5D, por su condición de microfluido, refrigera el chip. Sin
embargo también contiene un compuesto redox que puede ser oxidado para producir
electricidad, y al mismo tiempo reducirlo de nuevo para recargarlo, de forma
similar a cómo funcionan las baterías.
De momento el laboratorio de IBM en Zurich ha conseguido que
esta sangre electrónicagenere 10
milivatios de electricidad para
alimentar un chip. Está muy lejos de proporcionar la energía necesaria para que
el chip funcione, pero demuestra que la teoria es válida y a partir de aquí se
puede desarrollar aún más.
Un fluido electroquímico que al mismo tiempo refrigere y
proporcione energía reduciría el consumo real y el espacio necesario para
refrigerar un chip, abriendo las puertas a CPUs cada vez más potentes con
menores requisitos de densidad.
Una vez más, la Naturaleza se convierte en la inspiración de la
tecnología más avanzada. Un camino que en otras muchas ocasiones se ha
convertido en la senda del éxito. Veremos si los procesadores 5D
alimentados con sangre electrónica de IBM consiguen ser
algo más que un experimento de laboratorio.
Fuente: computerhoy.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario