Tras varios
años de ventas flojas, los grandes fabricantes de televisión están depositando
sus esperanzas de crecimiento en la superalta definición, que ofrece imágenes
increíblemente realistas en equipos cada vez más interactivos.
El grupo
surcoreano LG Electronics anunció el lunes a la prensa la expansión de su gama
de televisores 4K, que incluye pantallas planas, o ligeramente curvas para
permitir una visión más panorámica o incluso flexibles y de hasta casi dos
metros medidos en diagonal (77 pulgadas).
La japonesa
Sony presentó una decena de modelos nuevos, a los que promociona como tan
delgados que la imagen parece “flotar” frente a la pared. Uno de ellos tiene un
espesor de apenas 4,9 milímetros.
Los
fabricantes están también cada vez más inclinados a producir televisores
interactivos y conectados a internet, por ejemplo, pueden reconocer al usuario
y hacerle recomendaciones personalizadas.
Muchos de
estos “televisores inteligentes” utilizan el sistema operativo Android de
Google, muy popular en tabletas y teléfonos. Pero la surcoreana Samsung, que
también llevó al CES nuevas pantallas gigantes ultra HD, utiliza su sistema
operativo Tizen, asegurando que mejora la fiabilidad, durabilidad y riqueza de
color.
Más
económico, mayor contenido
El mercado de
los televisores parece estar listo para recuperarse gracias a que las salas de
estar de los hogares están viviendo una ola de reemplazos de las pantallas
planas que comenzaron a ser adquiridos hace una década, según la Asociación de
Consumidores de Artículos Electrónicos (CEA) de Estados Unidos, que organiza la
muestra internacional.
Debido a este
fenómeno, la asociación calcula que este año la venta de televisores aumentará
2% a 251 millones de unidades.
De este
total, 23,3 millones podrían ser televisores de superalta definición, cuyas
ventas ya crecieron notoriamente en los últimos meses: la cifra de unidades
entregadas creció de menos de un millón de unidades en 2013 a 9,3 millones el
año pasado.
Los consumidores
también se sienten estimulados gracias a la reducción de los precios de estos
equipos.
“Los
televisores 4K se producen desde hace algunos años, pero éste (2015) será
ciertamente el año en que se volverán accesibles”, dijo a la AFP Ross Rubin, analista
de la firma Reticle.
Pero también
la falta de contenidos disponibles para televisores de superalta definición
está frenando las ventas.
Estudios de
Hollywood y marcas de productos electrónicos anunciaron el lunes, al margen del
salón CES, que crearon una “Alianza UHD” para “alentar el desarrollo de
contenidos UHD de alta calidad”, según su comunicado.
Entre los
miembros figuran los estudios Disney, Twentieth Century Fox y Warner Bros, los
especialistas de sonido e imagen Dolby y Technicolor, las marcas LG
Electronics, Panasonic, Samsung y Sharp, el sitio de videos en línea Netflix y
el menú de contenido satelital DirecTV.
¿Y después
del 4K?
Para algunos,
ni siquiera el 4K es suficiente.
Paralemente,
LG trabaja en tecnología electroluminosa (OLED), donde cada píxel se enciende
individualmente y que permite conseguir un color “verdaderamente negro” en la
pantalla que mejora el contraste. Además de sus nuevos modelos 4K, también
expondrá en el salón CES una pantalla “8K”, con una resolución aún mayor.
Para afinar
su calidad de imagen, el grupo japonés Sharp no habla de pixeles sino de
“subpixeles”: presentó un nuevo aparato con una resolución 167% superior a los
modelos 4K existentes.
El grupo
chino TCL promete de su lado nada menos que “un salto cuántico al color” con
una tecnología llamada “quantum dot”: consiste en nanocristales que emiten luz
y que supuestamente emiten colores más puros y mejoran la calidad de imagen a
un costo menor.
Pero esta
escalada deja escépticos a algunos observadores. “En un mundo donde la gente
mira películas en teléfonos portátiles, tratar de llevar la televisión a
niveles cada vez más elevados de calidad resuelve un problema que los
espectadores no tienen”, matizó James McQuivey, analista del instituto Forrester.
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